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poema El Mar

(Inspirado en el poema "El mar", de Vasili Zhukovski)
El mar es libre, infinito e infinitamente bello. Los mares del sur son cálidos. Te abrazan como una manta suave. Se siente como si el cuerpo fuera parte del mar. La sal de sus aguas corta la piel como una navaja fría.
Los mares del norte son tan diferentes de una hora a otra, de un día a otro, de una temporada a otra hora a hora. Son frescos, liberadores, valientes y libres. El frío del mar corta la piel como una navaja. Este mar atrae y asusta al mismo tiempo. Reconforta con su belleza, pero también agita tu espíritu y lo hace ansiar lo desconocido.
Hace muchos años vivía una diosa. Ella era muy hermosa, pero su belleza era como una navaja brillante. Todos quienes la veían vio quedaban asombrados y petrificados. Su belleza era infinita, pero su espíritu era rebelde e infinito también. El cuerpo de la diosa era demasiado pequeño para él.
Viendo esta lucha, los dioses fueron misericordiosos y liberaron su espíritu. Ellos separaron su espíritu de su cuerpo. Ellos convirtieron su cuerpo en el mar del sur y su espíritu en el mar del norte. Por miles de años su espíritu y su cuerpo han estado separados, anhelándose el uno al otro - la calma mar del sur, brillante y reconfortante, el mar del norte aún rebelde, porque así es su naturaleza, pero reconfortado en su liberación

Sin embargo, los dioses les otorgaron una oportunidad de unirse -  les dieron el cielo.

2012

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